Durante el embarazo en condiciones normales las concentraciones plasmáticas de Vitamina C disminuyen de 0.80 mg/dL a 0.60, 0.57 y 0.54 durante el primer, segundo y tercer trimestre respectivamente [1]. Por tanto, la suplencia de Vitamina C para el rol antioxidante no solo es recomendada sino necesaria.
Durante la gestación, la necesidad diaria se incrementa a 85 mg por día. La cantidad máxima de vitamina C que debería consumir a diario es 2000 mg. Si consumes más de 2000 mg por día, puedes sufrir malestar estomacal y síntomas como dolor de estómago, diarrea y gases. Por esta razón se hace necesario la aplicación intravenosa de vitamina C durante la gestación. Si tomas un suplemento multivitamínico que contiene niveles elevados y, al mismo tiempo, consumes alimentos con alto contenido de esta vitamina, deberías consultar con tu profesional de la salud. Es posible que te aconseje reducir el consumo y comenzar a tomar otro suplemento multivitamínico. Deberías obtener una cantidad suficiente de vitamina C a través de una dieta saludable. Al final de este artículo encontrarás sugerencias de alimentos que contienen vitamina C.
Los datos no apoyan la administración habitual de suplementos de vitamina C solos o en combinación con otros suplementos para la prevención de la muerte fetal o neonatal, el crecimiento fetal deficiente, el parto prematuro o la preeclampsia. Se necesitan estudios de investigación adicionales para dilucidar la posible función de la vitamina C en la prevención del desprendimiento placentario y la rotura de las membranas antes del trabajo de parto. No hubo pruebas convincentes de que la administración de suplementos de vitamina C solos o en combinación con otros suplementos provoque otros efectos beneficiosos o perjudiciales importantes [2].
Referencias